
Docentes en contra de la IA: Una tendencia que perjudica a los estudiantes
Antes que nada, es importante aclarar que soy docente, egresado de una reconocida universidad pedagógica de mi país, con un profesorado en ejercicio. ¿Por qué lo menciono? Porque para hablar con autoridad sobre una profesión, debes ser parte de ella. Desde que la Inteligencia Artificial (IA) se popularizó, se ha generado un intenso debate en el gremio educativo. Lamentablemente, la mayoría de los comentarios provienen de docentes en contra de la IA, y esto está afectando directamente la motivación de los estudiantes.
«Le están haciendo la tarea a los jóvenes»: El argumento fallido
Frases como «Voy a aplazar a quien use IA», «No están aprendiendo nada» o «La IA les resuelve todo» se repiten en aulas virtuales y presenciales. Pero prohibir algo solo aumenta el interés por usarlo. Estas posturas, en lugar de solucionar el problema, nacen de la ignorancia y no preparan a los estudiantes para un mundo donde la IA será una herramienta cotidiana.
¿Por qué prohibirla? La IA es una herramienta como cualquier otra: puede usarse para bien o para mal. Lo irresponsable, como educadores, es no enseñar su uso correcto en lugar de satanizarla.
El doble estándar de algunos docentes en contra de la IA
He visto casos de profesores que prohíben la IA, pero luego usan Gamma AI para crear sus diapositivas (y los estudiantes lo saben). ¿Ironía? Total. Lo más grave es que muchos docentes sobrecargan a los alumnos con tareas excesivas, bajo la excusa de «investiga y expón», cuando en realidad están delegando su trabajo.
¿El resultado? Siempre ha existido un «mercado negro» de tareas en las instituciones: los estudiantes pagaban al más aplicado para que les resolviera los trabajos. Ahora, la IA facilita ese proceso, y por eso los alumnos recurren a ella.
El docente del futuro: Guía, no caza brujas
Es cierto que el uso excesivo de IA puede afectar el pensamiento crítico, pero prohibirla no es la solución. Como educadores, debemos:
– Promover la creatividad en el aula.
– Enseñar a usar la IA de forma ética.
– Reducir tareas mecánicas y enfocarnos en el aprendizaje activo.
No se trata de cazar a quienes usan IA, sino de prepararlos para un futuro donde esta tecnología será clave. Y, por cierto, ¿no es irónico que algunos docentes usen IA para detectar IA en trabajos estudiantiles?