El servicio publicitario de Facebook e Instagram ads fue una buena alternativa, era increíble cómo con un bajo presupuesto conseguías resultados significativos. Parecía que el algoritmo siempre trabajaba incondicionalmente a tu favor, sin importar el valor de tu inversión. Pensabas cosas como «he tenido buenos resultados con un presupuesto bajo ¡invirtiendo más lograré conversiones mejores!» así comenzaste a preferir las campañas publicitarias de Facebook. Lo importante (además de la interacción) era vender.
Pero para aquellos tiempos de éxito publicitario, tenías un pequeño inconveniente… Sí, las políticas de Facebook y su forma tan estricta de evaluar las publicaciones antes de aprobarlas y convertirlas en anuncios. Resulta que, para que tu publicación pasara a ser un ads debía seguir ciertas reglas, entre ellas, la estética. Según las políticas, tu anuncio no podía contener mucho texto, colores escandalosos, eufemismos, sarcasmos, botones que inciten a las personas a tocar la pantalla (…) Estos términos eran tan estrictos que contrataste a profesionales que lo hicieran por ti, desde el diseño de tu publicación hasta la segmentación y seguimiento de tu ads. Y no te importaba porque igual sabías que la campaña (en la peor situación) te generaría, aunque sea una venta.
Una oportunidad para las agencias especializadas en facebook
El objetivo de Facebook era ofrecer publicidad atractiva y personalizada para el público, evitando la típica publicidad web invasiva y molesta. Muchos negocios y emprendimientos no contaban con un equipo de marketing, así fue como cuentas publicitarias terminaron bloqueadas por el tipo de publicaciones que anunciaban. Esto se convirtió en una necesidad y oportunidad de negocio para agencias y profesionales del marketing.
De igual forma, realizar una campaña publicitaria efectiva en Facebook e Instagram seguía siendo algo complicado y por ende no todo el mundo se aventuraba a ello, sin embargo, las ads no lo eran todo, el contenido orgánico (sin publicidad paga) también generaba resultados si sabías cómo aplicar las estrategias. Algo le sacabas a estas redes sociales, por muy poco que fuera, conseguías algún tipo de conversión; esto atrajo la atención de más tipos de negocios y emprendimientos que apostaban ciegamente a la plataforma para promocionar sus productos y servicios.
Después de Meta. Todo cambió
Tiempo después, aparece el cambio de nombre de Facebook a Meta y esto puso en jaque todo lo bonito que se había construido hasta la fecha. Te preguntarás «¿Por un simple cambio de nombre?» Pues, no es tan «simple» como parece. El algoritmo de entrega de anuncios comenzó a cambiar por alguna razón, lo mismo pasó con el alcance del contenido orgánico, esto hizo cuestionar a las agencias y profesionales del marketing si sus estrategias (de la nada) se volvieron obsoletas. Las agencias más experimentadas se dieron cuenta que, Meta, aplicó una flexibilización de aquellas políticas estrictas; lo que parecía un sueño se convirtió en una pesadilla para el marketing y un engaño para los que creen que invertir poco presupuesto en una ads le traerá los mismos resultados de antes.
Los anuncios primitivos salieron a flote, ahora cualquiera podía publicar ads, la estética ya no era importante. Se especula que el exceso de anuncios primitivos y de bajo presupuesto provocó un descontrol en el algoritmo en la red social, ahora confunde los intereses de sus usuarios, mostrándoles ads que no se acercan ni un poco a las preferencias de cada usuario.
Para comprobar si esta hipótesis es acertada solo debemos prestarle atención a los tipos de anuncios que recibimos, tanto en Instagram como Facebook y detectar (además de la falta total de estética) la incongruencia con lo que realmente nos interesa. Por ejemplo:
A Juan, le gusta la repostería, interactúa con ellas y comenta. Pero el algoritmo le muestra publicidad sobre Mantenimiento de Piscinas y Juan no tiene ni una fuente en su casa, no interactúa con negocios de piscinas, ni siquiera habla de piscinas.
¿Y este error qué consecuencias tiene? La pérdida que genera esta falla afecta al usuario que invirtió en las ads. En el caso del ejemplo, contó a Juan como un número más para las impresiones y realizó el descuento al presupuesto del cliente. Y no solo pasa una vez, el error se repite durante toda la campaña, mostrándote al finalizar números bastante resaltantes, pero sin resultados reales (conversiones o ventas).
Consejo para negocios y emprendimientos que están perdiendo dinero con sus ads
- No culparte. Esto es una realidad que tu negocio debe aprender a manejar. Prueba con inversiones de más presupuesto (solo si te sientes seguro) de lo contrario busca más alternativas y herramientas para promocionar tu producto o servicio.
- No dejes a un lado tu esencia solo para «hacer tonterías en las redes» con la esperanza de vender. Esto es una fantasía.
- Realiza publicidad indirecta
- No contrates a estafadores marketeros
Con el exceso de competencia y anuncios. Ahora vender es todo un reto.
